El otro día hablábamos de determinadas reacciones que pueden producirse en los gatos en relación a las caricias y mimos que se le pueden dar. Ya indicamos que no siempre estos gestos de afecto son bien recibidos por los mininos, aunque en su reacción hay factores que son determinantes como, por ejemplo, su edad. En función de ella, vamos a explicar si el gato tiene más o menos necesidades de afecto.
Gatos jóvenes
Los gatos jóvenes suelen ser más juguetones y propensos a las muestras de afecto que les proporcionen las personas del hogar. Sin embargo, aquí también cabe establecer algunas diferencias, ya que su actitud y conducta frente a los mismos dependerá en gran parte de su socialización.
El proceso de socialización es importante que comience desde las primeras etapas del gato con el fin de canalizar su instinto de animal cazador y solitario en una mascota sociable y establecida en el hogar. Esto solo se consigue cuando el gato se socializa con humanos antes de cumplir las 14 semanas de edad.
Es importante tener claro que el gato mostrará más rechazo a los gestos de afecto y la cercanía con las personas le será más ajena conforme más abra su círculo y se establezca en una dinámica humana.
Gato anciano
Conforme los gatos van cumpliendo años, suelen ser más reacios a las muestras de cariño y caricias. La clave está en que es habitual que tengan algún tipo de dolencia o achaque. De este modo, al tocarles, aunque sea suave, se les puede producir dolor sin saberlo. Esta dolencia hará que rechace los mismos. Además, también puede huir de ellos porque no quiere mostrar sus debilidades.
No obstante, si el gato está bien socializado y no tiene patologías importantes, suele recibir de buen grado las caricias y muestras de afecto, pero siempre respetando sus deseos y comprendiendo su instinto.
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