Igual que los humanos, los gatos necesitan de ciertos nutrientes para mantener una vida saludable, necesidades que varían según se van desarrollando los meses en la vida del animal. Sin embargo, puede que al ir al supermercado o a la tienda de mascotas, te hagas un lío con la cantidad de clases de comida para gatos disponibles. Por eso, hoy queremos echarte una mano.
En primer lugar, debes tener claro que la base de la alimentación de estos felinos es la carne, así que asegúrate de que haya la carne suficiente en el producto que vas a comprar. Ten en cuenta que tu gato necesita ingerir grandes cantidades de proteínas (un 31%), grasas (41%) e hidratos de carbono (28%). Eso sí, como te hemos dicho, todo depende de la etapa de vida del gato.
En función de la edad
Los gatos jóvenes necesitan más proteínas y grasas que los adultos, ya que están en pleno desarrollo. En cambio, los adultos necesitan una comida más ligera en proteínas y grasas por la disminución de su actividad física. Sin embargo, si tu mascota tiene algún problema de salud o ya está mayor, seguramente requerirá de una dieta específica, por lo que es preferible que consultes con el veterinario.
Comida seca o húmeda
También es importante diferenciar entre comida seca y comida húmeda. La primera previene la aparición de sarro, es más económica y dura más en el comedero al no oxidarse, aunque es menos sabrosa y contiene menos proporción de agua. Por su parte, la comida húmeda puede provocar más sarro en la dentadura del gato y no puede estar mucho tiempo fuera, ya que se estropea rápidamente. Eso sí, tiene un rico sabor. Si no sabes cuál escoger, puedes mezclar ambas clases: puedes dejar siempre su ración de comida seca en el comedor y ocasionalmente proporcionarle comida húmeda en forma de latas.