Todos los cachorros pasan por una época que puede ser un verdadero error: la época de morder a arañar todo lo que encuentran a su alrededor. Los pequeños realizan estas acciones por diferentes motivos, tales como la dentición, la búsqueda de atención y el aburrimiento. Nunca animes a tu cachorro a seguir mordiendo una cosa. Si lo haces, tarde o temparano te arrepentirás.
Si a tu pequeño amigo, le da por morderte, quéjate con un “ay” agudo y sepárate de él. Nunca se debe apretar la boca del cachorro cuando la tiene cerrada mordiéndote, darle una bofetada o usar algún tipo de castigo físico, ya que por lo general el comportamiento suele empeorar. Como te comentábamos, estos mordiscos se producen por diferentes motivos pero uno de los más habituales es la aparición de las primeras piezas dentales.
Alrededor de las 16 semanas (4 meses de edad), los dientes permanentes del cachorro comenzarán a aparecer. Al igual que sucede con los niños, estos comenzarán a perder las piezas de leche, que anteriormente ya le habían salido. El proceso de la aparición de los dientes de leche les duele igual que si se tratarse de un bebé. Por eso, debes comprender por qué tu pequeña mascota está mordiendo todo lo que pilla.
La capacidad del gusto y del olfato en los animales son muy fuertes por eso también se dedican a aprender mucho a través de la masticación de las cosas. Masticar está bien, siempre y cuando tú le proporciones qué es lo que debe masticar. Enséñale a morder juguetes que no les puedan causar ningún daño y que, a la vez, le alivien.