Los gatos tienen su propia manera de decir que están enfermos. Varias son las señales a las que hay que estar atentos porque son claros indicios de que no se encuentran bien. Pero, además, también es conveniente fijarse en determinadas partes de su cuerpo porque, igualmente, alertan de que algo no va bien. Aquí te contamos las principales señales y gestos que hacen los mininos para avisar de que están enfermos.
Ojos
Siempre se dice que los ojos son el espejo del alma, pero también de la salud. Y en los gatos más aún. La clave está en su tercer párpado, que es una membrana que se encarga de proteger el globo ocular.
Esta membrana no es habitual verla. En aquellos casos en los que se vislumbra y cubre parte del ojo y que está cerrado, es importante acudir al veterinario porque es una de las señales más evidentes de que el minino está enfermo.
Postura
La posición y posturas del gato son otro indicio a tener en cuenta. Si no cambia de postura y está siempre acurrucado durante muchas horas, puede tener algún dolor o sentirse mal. También es otra señal cuando el minino se mueve con dificultad o se arquea. Igualmente, es probable que sienta dolor.
Peso y alimentación
El cambio de peso es otra señal, sobre todo, si está comiendo con normalidad. En aquellos casos en los que coma de más, habrá que vigilar la dieta o ver qué hace que esté demandando más alimento.
Si, por el contrario, come menos será necesario averiguar qué es lo que le produce esa falta de apetito. No hay que olvidar que, a veces, los gatos dejan de comer porque no les gusta la comida. Si a pesar del cambio, sigue sin comer o ingiere menos cantidad de la normal, hay que acudir al veterinario.
No obstante, no se debe olvidar que el gato tiene enfermedades que no siempre presentan síntomas como la falta de apetito o pérdida de peso. Así es recomendable estar siempre pendiente del resto de señales.
Artículos relacionados: