Cuando el perro está aburrido, hay que actuar ante las primeras señales de alerta. Y, ¿qué se puede hacer? Lo primero no preocuparse –siempre que ese aburrimiento no haya derivado en una depresión porque esto requiere atención veterinaria-, para pasar a la acción y acabar con esta situación. La ventaja es que es mucho más fácil de lo que parece.
Consejos
Una de las maneras más fáciles de acabar con el aburrimiento en el perro es prestarle más atención. Y, para ello, entre las mejores opciones está salir de paseo. Aquí hay dos opciones: o salir con más frecuencia o bien alargar un poco cada salida.
Esta última propuesta -alargar el paseo-, es la mejor elección cuando no se dispone de mucho tiempo por motivos laborales. Así el perro disfrutará más de cada salida y también hará más ejercicio y estará más relajado e, incluso, cansado por la actividad física.
A modo orientativo, se recomienda que el perro salga tres veces al día, como mínimo, durante unos 30 minutos. Este tiempo es suficiente para que queme su energía y corra, pudiendo hacer diferentes juegos para que realice aún más ejercicio.
En el hogar
En casa también se pueden poner algunas soluciones. Lo más aconsejable es pasar más tiempo con él y prestarle atención. Para ello, es posible jugar con él en casa, por ejemplo, escondiendo algunos de sus objetos o alguna galleta o snacks. Enseñarle gestos o introducirle nuevos hábitos como dar la pata o que espere sentado la comida son otras buenas acciones.
Pero, ¿y si no se tiene tanto tiempo para pasar con él? Aquí la tecnología puede ser de gran ayuda porque hay dispositivos con los que el can puede hacer juegos, trabajar su actividad mental… Además, suelen ser gadgets que tienen la ventaja de que permite vigilar al perro mientras está solo en casa. Así se puede ver si hay evolución y si realmente sigue o no aburrido.
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