Con la llegada del verano, se produce también un aumento de las temperaturas haciendo algunos días mucho calor. Es una época del año en la que conviene extremar las precauciones cuando tenemos que pasear o realizar algunas actividades con el perro. Y es que hay algunas que deberán dejar de hacerse hasta esperar que refresque, mientras que otras pueden realizarse, pero siempre con algunas modificaciones.
Pasear
Los paseos con el perro pueden seguir haciéndose durante el verano. Sin embargo, es especialmente importante evitar las horas de más calor, sobre todo, las del mediodía y primeras de la tarde.
Lo mejor es no sacar al perro de casa desde las 10 de la mañana hasta las 20 horas. Por el mediodía, sí es beneficiosa una salida corta para que haga sus necesidades, pero siempre que sea corta de duración y por zonas sombrías.
Lo más recomendable es pasear al perro a primeras horas de la mañana y últimas de la tarde-noche, que es cuando hace más fresco y los rayos del sol tienen menos fuerza.
Correr
Esta es una de las actividades con la que debe tenerse especialmente cuidado. Y es que no es bueno correr con el perro cuando hace una temperatura superior a los 18 grados.
Si la temperatura no es más baja, es importante que el perro no corra demasiado tiempo sobre una superficie de asfalto porque puede quemarse las almohadillas o hacerse daño. Para saber si puede correr sobre la superficie, hay un truco muy sencillo: toca el asfalto con la mano. La sensación es la misma que notará el perro en sus almohadillas.
De todos modos, es mejor practicar este deporte por la madrugada y en zonas de montaña o que no estén muy expuestas al sol.
Tampoco es bueno correr con el perro por la playa cuando se superan estas temperaturas. Es preferible dejar esta práctica para los días más frescos, últimas horas de la tarde o bien para cuando llegue ya el otoño-invierno.
Otras actividades
Además de correr, también es habitual que se hagan muchas otras prácticas deportivas con el perro como ir en monopatín o montar en bici. Sin embargo, estas prácticas tampoco son muy recomendables cuando las altas temperaturas porque los golpes de calor son más frecuentes de lo que inicialmente puede pensarse.
Al igual que sucede con correr, no es bueno que todas estas prácticas deportivas de hagan cuando se superan los 18 grados de temperatura.
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