Los perros suelen tener lazos muy fuertes con todos los miembros de la familia con la que comparten casa, pero muy especialmente con los niños. De hecho, sienten la necesidad de defenderlos ante el peligro y en muchos casos arriesgan su vida por ellos. Aunque se puede enseñar a los animales a que sean más protectores, lo cierto es que el comportamiento de defender a los pequeños es totalmente instintivo.
Hoy queremos contarte una historia con final feliz que tiene mucho que ver con este instinto protector. Y a diferencia de otras muchas historias que te contamos, ésta ha tenido lugar en nuestro país. ¿Te gustaría descubrirla? ¡Pues acompáñanos!
Desaparecida en los montes de Gredos
El lunes por la tarde Emma, una niña de dos años, despareció en los montes de Gredos. Al parecer, la pequeña había salido a pasear junto a su padre y Kie, un perro de raza podenco. Lamentablemente, el hombre perdió de vista a su hija y al animal cuando regresaban a casa.
Lógicamente, la familia llamó de inmediato al 112 y en pocos minutos efectivos de Protección Civil, miembros del Seprona, vecinos del lugar y los propios padres comenzaron a buscarla.
Se mantuvo fiel a la pequeña durante horas
Por suerte, tras seguir las huellas del zapato de Emma, escucharon el gruñido del perro, que se encontraba acorrucando a la menor. La pequeña estaba dormida junto a unas zarzas. Kie no solo permaneció fiel a la pequeña durante los cuatro kilómetros que estuvo caminando, sino que le proporcionó protección y calor durante las 7 horas que estuvo desaparecida.
Afortunadamente, la niña se encuentra en un buen estado de salud tanto física como psicológicamente. Sin duda, los padres de la menor deben estar muy agradecidos a su mascota.