¿Qué harías si te encontrarás con un animal al borde de la muerte? Si eres amante de los animales, lo más seguro es que intentaras ayudarlo, sobre todo si se trata de un perro o un gato, pero, ¿qué pasaría si se tratara de un oso? Entonces probablemente ya no lo tendrías tan claro. Y es que estos animales pueden llegar a ser peligrosos. Sin embargo, nuestro héroe de hoy no se lo pensó dos veces a la hora de intentar salvar a un osezno que estaba a punto de morir, y eso que podría haber acabado en la cárcel o herido de gravedad por la madre del animal.
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Parecía que había fallecido
Mientras estaba de excursión por Oregón, el fotógrafo Corey Hancock se encontró con un osezno a punto de morir. Al parecer, el animal estaba tumbado de espaldas, con los labios azules y los ojos abiertos pero inmóviles. En definitiva, parecía que había fallecido. Tal y como ha contado el hombre en su cuenta de Facebook, en ese momento estaba lloviendo mucho, por lo que se estaba empapando. Aún así, respiraba. Al pensar en su propio bebé, que estaba en casa, y ver que el oso también parecía una cría, decidió que tenía que ayudarle.
Dejó de respirar
Sin pensárselo dos veces, Hancock recogió al animal y fue corriendo hasta su coche. Eso sí, en ese momento tuvo miedo de que la madre apareciera y corriera furiosa hacia él. Al llegar al vehículo el oso dejó de respirar, pero el fotógrafo le hizo el boca a boca y volvió a la vida. Su siguiente paso fue llevarlo al veterinario, donde, afortunadamente, se va recuperando cada día.
Una multa de 6.000 dólares
A pesar de su buena obra, este fotógrafo estuvo a punto de meterse en un buen lío. Y es que el departamento de Fauna y Pesca de Oregón pretendía multarlo con 6.000 dólares. Incluso, pedían un año de cárcel por él. Por suerte, Hancock no será castigado.