El vínculo que se establece entre dueño y mascota puede ser muchas veces más fuerte que con otro de los miembros de la familia, y es que a medida que pasa el tiempo, la convivencia dueño-mascota se hace cada vez más estrecha, dando lugar a que salgan aspectos como la telepatía o la anticipación, en pocas palabras, el sexto sentido de los animales. Muchos casos de perros que tras recorrer cientos de kilómetros han logrado reencotrarse con su amo después de haber estado perdido, o gatos que permanecen en el lecho de la muerte de su amo al pie de la cama, no es leyenda, es realidad.
La comunidad investigadora de etólogos, naturalistas, veterinarios, y estudiosos del mundo animal, a través de ejemplos y estudios han demostrado la existencia de las llamadas conductas anticipatorias, siendo el científico, filósofo y naturalista Rupert Sheldrake el que según él, estas conductas anticipatorias tendrían relación con capacidades extransensoriales, por ejemplo la telepatía.
Uno de los casos más conocidos, y que tambaleó por completo la investigación etológica fue el de un perro de raza pastor escocés que vivía en Moscú. Su dueño, tras padecer una larga enfermedad finalmente murió. La mascota permaneció fiel a su lado velando el cuerpo sin vida. Tan grande sería la tristeza del perro que se tiró desde el regazo del cádaver por la ventana.
Telepatía, sexto sentido, no sé sabe muy bien como llamarlo por parte de la investigación, lo que sí está claro es que hay mascotas que con su dueño crean un vínculo que va más allá de lo imaginable, un vínculo tan fuerte que con algunas personas no llegamos a establecer en la vida.