Uno de los gestos más habituales de los perros, especialmente, cuando son pequeños es morder los pies, calcetines, calzado… de sus dueños y personas con las que vive y establece su vínculo. Son comportamientos que suelen abandonarse conforme el can crece, pero a veces se mantiene porque no se ha sabido corregir o bien porque el perro está demandando atención o indicando que algo no va bien. Lo primero que hay que hacer es detectar la causa que provoca este comportamiento para ponerle solución. Pero, además, también se deben seguir una serie de consejos para no fomentar esta conducta y se pueda corregir fácilmente. El primero es que hay que actuar cuanto antes.
Sin riñas
Cuando el perro tiene este comportamiento, lo primero que se debe hacer es no regañarle ni mostrar enfado con él. Es un hábito que tampoco hay que prohibírselo de manera explícita, sino redirigirlo hacia otras acciones.
Incluso, en muchas ocasiones, lo mejor es no prestar atención a este gesto e ignorar al perro mientras lo está realizando. Así verá que no capta nuestra atención y que no estamos interesados en seguirle ese juego. De este modo, se irá dando cuenta que no consigue sus objetivos con este hábito y lo terminará abandonando.
Otro truco muy útil es quedarse quieto mientras mordisquea las zapatillas, zapatos o calcetines que llevamos puestos. Esto hará que no se sienta atraído por el movimiento de los pies al caminar o mientras se realizan desplazamientos por la casa.
Actividades
Para conseguir que el perro deje de morder los pies, lo mejor es redirigir su atención hacia otras actividades. Entre las mejores opciones están los juegos porque permiten distraer al can a la vez que gasta su energía.
Por ejemplo, se le pueden ofrecer objetos que pueda morder o bien juegos que estimulen su inteligencia. Además, es conveniente que el perro tenga cubiertas todas sus necesidades de ejercicio para canalizar bien toda su energía.
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