El maullido es una de las formas de comunicación que tiene el gato con sus dueños o miembros de la unidad familiar. Hay mininos que tienden a maullar más, mientras que otros son mucho más silenciosos y tan apenas se les oye. Cada gato es diferente y tiene sus particularidades. Sin embargo, sí hay elementos comunes que todos tienen a la hora de maullar. En concreto, hay cuatro motivos por los que todo minino recurrirá al maullido para expresarse. ¿Cuáles son?
Saludar
Los gatos es habitual que maúllen cuando se llega a casa, por ejemplo, después de trabajar o cuando han pasado un tiempo solos en el hogar. Es su forma de decir ‘hola’, es decir, de saludar a la persona, pero también de preguntar dónde se ha estado todo ese espacio temporal en el que no ha disfrutado de la compañía.
Este saludo es especialmente importante porque implica que el gato se alegra de ver a esa persona y de que está feliz con ese encuentro. Es un buen momento para devolverle el saludo.
Atención
Otra de las claves por las que el gato maúlla es porque quiere llamar la atención de la persona. Y esto puede deberse a diferentes factores como reclamar mimos y caricias o querer jugar. Este tipo de maullido, en general, se acompaña de un acercamiento físico del minino.
Estado de salud
El gato también puede maullar porque no se encuentra bien porque tiene algún problema de salud. En general, las principales patologías que provocan el maullido son las relacionadas con las vías renales, el tracto urinario o la artritis, pero puede maullar también por otras. Además, normalmente, los maullidos suelen producirse por la noche.
Comida
Y otro motivo por el que el gato maúlla es porque tiene hambre. No obstante, en estos casos, hay que tener cuidado si el minino es muy glotón y con llenarle siempre el bol cuando pide comer. Debe seguir una dieta adecuada a su edad, raza y sexo por su bienestar y para evitar la obesidad. También es probable que demande alguna golosina.
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