Las vacunas para los conejos


Al igual que el resto de mascotas, los conejos domésticos también pueden ser vacunados para prevenir algunas enfermedades. En el caso de estos animales, estas enfermedades ante las que habría que vacunarles serían tres. Por lo que actualmente son tres las vacunas que hay disponibles para los conejos. Lo más recomendable es hablar con el veterinario para que él te recomiende aquellas que son necesarias para tu mascota.

Una de estas tres enfermedades ante las que habría que vacunar a nuestra mascota sería la Mixomatosis. Esta vacuna está recomendada sobre todo en aquellos conejos que pasan bastante tiempo al aire libre, puesto que en estos ambientes es donde la enfermedad es más frecuente. Normalmente la vacuna se pone en primavera, y tendría una duración de unos seis meses. Posteriormente sería necesario repetir la vacunación cada año en esa misma época.

Los conejos pueden sufrir además ciertas afecciones respiratorias, bastante comunes y muy contagiosas, ya que nuestro conejo se podría contagiar tanto por contacto directo como indirecto con objetos contaminados por ciertas bacterias. Si nuestra mascota se infecta, mostrara depresión, perderá el apetito y tendrá dificultades para respirar. En principio es una enfermedad que se podría curar con antibióticos aunque probablemente recaerían. Para evitar esto se recomienda vacunarles en otoño cada año.

La última de las enfermedades ante las que debemos proteger a nuestros pequeños animales es la enfermedad vírica hemorrágica. Esta consiste en una diarrea muy grave y aguda, que afecta sobre todo a la especie de los conejos europeos. Generalmente causa la muerte súbita antes de las 36 horas posteriores a la aparición de fiebre. Es también una enfermedad muy contagiosa tanto por contacto directo como indirecto. La vacuna ha de inyectársela al animal en primavera, y durará su efecto seis meses.

Cómo prevenir infecciones en los perros


Parece un tópico, pero es cierto: en los animales, como en las personas, más vale prevenir que curar. Es más sencillo, barato, y nos ahorraremos disgustos y sufrimiento a nuestra mascota. Existen formas fáciles, demostradas y eficaces de proteger, por ejemplo, a un perro de las enfermedades infecciosas. La principal son las vacunas.

La vacunación es la razón más importante por la que ya no mueren en enormes cantidades perros por enfermedades infecciosas como el parvovirus o el moquillo. Aun así, algunos dueños tienen miedo de administrar vacunas a sus cachorros porque creen que eso puede producirles otros problemas.

Es evidente que cualquier procedimiento veterinario conlleva un riesgo, pero el riesgo de una vacuna eficaz y efectiva comparado con el riesgo de una enfermedad que puede llegar a ser mortal es realmente mínimo.

La vacunación o inmunización estimula la respuesta inmune natural y protectora contra el agente de la vacuna: las vacunas contienen patógenos muertos o vivos, pero modificados genéticamente. Algunas contienen sólo partes de los patógenos, por ejemplo, la concha de proteínas de los virus.

Las vacunas que hay que administrarle a un perro depende también de su lugar habitual de residencia o de los que vaya a visitar. Las vacunas contra enfermedades como la rabia, el moquillo, la hepatitis, y el parvovirus, duran al menos tres años, aunque algunos veterinarios pueden recomendar inyecciones anuales dependiendo del entorno.

Elegir un buen veterinario


ser difícil saber qué buscas cuando quieres un buen veterinario para tu mascota: agradable, eficiente, resolutivo, simpático, etc. Aunque no existe una fórmula mágica para encontrar el veterinario perfecto hay algunas maneras de evaluar la clínica y al veterinario que finalmente hayas elegido:

– Pregunta a conocidos
Antes de pedir una cita debes preguntar a tus vecinos y amigos donde llevan a sus mascotas y que tal es el trato recibido. Averigua que servicios de los que ofrece la clínica utiliza cada uno: peluquería, limpieza dental, etc. Es muy buena idea conseguir diferentes opiniones para ver qué es lo que mejor o peor le parece a cada uno.

– Visita la clínica
Puedes realizar una visita y realizar a los empleados diferentes preguntas. El personal debe ser agradable y contestar cualquiera de tus preguntas prácticas. También puede pedir que te enseñen las instalaciones y así podrás ver de qué medios dispone la clínica.

– La primera cita
Es la primera vez que verás al veterinario en acción, así que asegúrate de evaluarle. Observa cómo trata a tu mascota, si es agradable, si te explica cada cosa que hace a tu mascota para que estés muy bien informado de todo, etc. Sobre todo, debe tratar al animal con mucho cuidado y cariño.

– Comunicación en caso de urgencia
Si tienes algún día alguna urgencia es muy importante que la clínica tenga servicio de urgencias. No te conformes con tener simplemente un teléfono donde puede que no te respondan a la llamada o simplemente te den cita para el lunes.