El estado de ánimo y los distintos cambios parece que sea algo exclusivo de las personas. Sin embargo, no es así. En los animales de compañía también varía. Muchas veces no se sabe qué es lo que le sucede a la mascota y la razón puede estar en su estado de ánimo. Es el caso de perros y gatos sobre los que, ahora, una nueva investigación arroja luz.
Estados de ánimo en la mascota
El estudio ‘Creencias de los propietarios sobre las capacidades emocionales de perros y gatos’ recoge los resultados de las preguntas realizadas a 438 propietarios de perros y gatos en relación a si los perros y gatos pueden expresar emociones con el fin de conocer las señales de comportamiento. Las cuestiones planteadas estuvieron relacionadas con 22 estados emocionales diferentes.
Las respuestas fueron claras. Los propietarios afirmaron que los perros pueden sentir más emociones que los gatos, además de poderlas expresar mediante diferentes conjuntos de signos de comportamientos.
No obstante, el número de emociones caninas apuntadas crecía con el aumento de la experiencia personal del propietario con los perros, pero disminuyó con el incremento de la experiencia profesional del propietario con ellos.
El cuestionario incluyó seis emociones simples, que se corresponden con la ira, disgusto, alegría, tristeza y sorpresa. También se contemplaron 16 emociones complejas como la diversión, ansiedad, aburrimiento, confusión, curiosidad o interés, decepción, vergüenza, empatía, frustración, pena, culpa o vergüenza, celos, amor o afecto, dolor, anticipación positiva y orgullo.
En este sentido, el estudio ha constatado que los propietarios indican un catálogo de emociones más amplio de lo que se había documentado anteriormente. Aparte, en las viviendas con gatos y perros juntos, también apuntaron emociones secundarias en los perros a un ritmo más alto.
Importancia del estudio
El estudio es importante porque conocer de forma correcta el estado emocional de cada animal es fundamental para, por ejemplo, el éxito de las interacciones entre humanos y animales.
En este sentido, inciden en que evaluar las impresiones del propietario de la mascota sobre las emociones de perros y gatos es fundamental para comprender las interacciones entre humanos y animales, pudiendo surgir problemas si un dueño malinterpreta el estado emocional de la mascota porque la percepción puede no ser la misma que la realidad.
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