Es interesante reconocer que pese a la admiración que despiertan los grandes autores, la cual les eleva a un nivel en el que nos parecen lejanos a nuestra vida cotidiana, también como el resto de los mortales son amantes de la naturaleza y los animales. Mark Twain el célebre autor de grandes obras juveniles como Tom Sawyer, era un amante ferviente de los gatos.
Los gatos ocuparon la atención de Mark Twain y se convirtieron en sus acompañantes durante sus largas noches mientras escribía sus entrañables historias. Aunque amaba a los gatos en general, fue un gato heredado por su hija Clara el que inspiró sus citas célebres sobre los gatos. En sus obras literarias, los gatos tuvieron presencia.
La vida de Mark Twain estuvo ligada a los felinos desde temprana edad, porque ya en la solariega casa familiar convivían con la familia muchos gastos. Cuando se hizo más mayor, y viviendo a orillas del Mississippi, el celebre autor logró reunir varios gatos que tenían nombres como Satan, Buffalo Bill, y el preferido, Bambino.
Ciertamente, en muchos de los libros famosos de Mark Twain, los gatos aparecen en la trama y son delineados personajes que gustan a todos. Mark Twain consideraba que los gatos eran, contra la creencia popular, cariñosos y leales e hizo de sus paseos por las orillas del río, a diferencia también de la costumbre popular de pasear usualmente a un perro, un paseo acompañado de su pipa y sus gatos, que vivían en aquel entorno de un célebre autor cual pequeños niños mimados.
Hay que ver también las frases célebre del autor.