Aunque influenciados por el cine, la televisión y la literatura, muchas personas creen que la leche es un alimento beneficioso para el gato, lo cierto es que no debería formar parte de la alimentación de un gato adulto.
A pesar de que muchos gatos enloquecen con la leche y otros productos lácteos, es importante saber que los felinos adultos no necesitan ingerir leche. De hecho, como ocurre en los seres humanos, algunos no toleran bien la lactosa. Es más, las reacciones adversas a la leche son algunas de las alergias alimentarias más frecuentes en estos animales. ¡Te explicamos más detalles sobre el tema a continuación!
Intolerancia a la lactosa
La intolerancia a la lactosa de la leche es una dolencia bastante común en gatos. Ocurre cuando el animal no tiene el número suficiente de enzimas encargadas de romper las moléculas de lactosa de la leche. Consecuentemente, el cuerpo del felino responde de forma adversa. El pescado y la carne de ternera son otros alimentos que también suelen provocar alergias en los gatos.
Síntomas de la intolerancia a la lactosa del felino
Entre los principales síntomas de la intolerancia a la lactosa se encuentran los vómitos. Además, hay que tener en cuenta que las alergias a los alimentos en gatos también están relacionadas con entre el 10 y el 20% de las enfermedades de la piel en estos animales. Debes saber que lo más común es que las reacciones a la leche y otras comidas se produzcan pocos minutos después de que el animal hay ingerido el alimento, aunque también puede pasar que los síntomas se desencadenen horas o días más tarde.
De forma esporádica
Si tu gato no es alérgico a la lactosa de la leche podrás ofrecerle alimentos lácteos de forma esporádica, por ejemplo, como premio comestible. Eso sí, mejor huir de los alimentos que contengan un exceso de edulcorantes o sabores