Los ácaros no solo están presentes en el polvo. También es posible que vivan en otros lugares en los que es habitual la presencia de perros, favoreciendo así el contacto del can con estos microorganismos que se asientan en su piel y pelo y que le pueden llegar a generar enfermedades importantes. Pero, ¿cuáles son los ácaros más comunes en estas mascotas? Además de los relacionados con el polvo, estos son a los que tienes que prestar especial atención.
Sarna
Uno de los ácaros más frecuentes y habituales en las mascotas es el conocido como Sarcoptes, que es el responsable de la sarna y, en concreto, de la sarna sarcóptica. Este ácaro infecta fácilmente a otras mascotas, siendo además una patología que se contagia muy fácilmente entre otros canes o bien por entrar en contacto con otros elementos que estén infectados.
Es un ácaro con el que hay que tener especial cuidado porque, por ejemplo, el perro puede contagiarse en un simple paseo por el <strong>parque. La infección se nota rápidamente porque el can comienza a rascarse y morderse, provocándose heridas –que pueden llegar a ser graves-, aparte de detectarse inflamaciones, enrojecimiento o caídas de pelo, entre otras consecuencias.
Oído
Otro de los ácaros más habituales es el llamado ácaro del oído. Una denominación que recibe porque es el causante de una de las infecciones más frecuentes como es la Otodectes cynotis.
Esta infección es muy contagiosa y es suficiente solo un contacto casual y fugaz con otro perro infectado para que el can tenga estos ácaros. En este caso, su presencia se nota porque el perro se rasca la oreja y ladea la cabeza más de lo habitual, tratando de paliar las molestias que siente. Además, este ácaro también suele generar un cerumen negro en el oído.
Es una infección que es importante tratar y detectar a tiempo porque puede tener consecuencias muy graves en la mascota. En concreto, es posible que se produzcan hemorragias locales, infecciones bacterianas e, incluso, podría llegar a producirse la perforación del tímpano. En algunos casos, la infección se extiende hasta el cerebro.
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