Uno de los momentos más importantes en la vida de una gata es el parto y tener a sus gatitos. Es una etapa en la que, en general, la naturaleza sigue su curso y no tiene por qué ser problemática, pero a la que hay que prestar atención para detectar ese momento y facilitar las mejores condiciones para la gata. Pero, ¿cómo se sabe si ya ha llegado el alumbramiento? Estas son las señales de que la gata está de parto.
Indicios
Cuando la gata se pone de parto, hay varias señales que indican que este momento ha comenzado. Una de las más claras es la secreción en la vulva que es sanguinolenta o puede tener un cierto color marrón.
También se puede observar que la gata lame con más frecuencia la zona de la vulva. Esto es otra señal de que se está produciendo esta secreción, aunque, a veces con los lamidos, puede pasar desapercibida. Un motivo por el que hay que atender al gesto.
El abdomen es otra de las zonas a las que es conveniente prestar especial atención porque las contracciones son visibles. Además, cuando ya han empezado, se aprecia que la gata respira de una forma más agitada e, incluso, puede llegar a tener la boca abierta.
Y, por supuesto, otra señal inequívoca de que el momento del parto ha llegado o bien está próximo es que la gata está en una zona tranquila y en la que se siente segura para traer al mundo sus gatitos. Esta búsqueda del emplazamiento ideal suele comenzar una semana antes.
Qué hacer
Una vez la gata ha elegido la zona de la casa que considera más adecuada para el alumbramiento, se pueden adoptar una serie de medidas en el hogar. Por ejemplo, es de ayuda una caja de acceso fácil para la gata en la que haya toallas o empapadores con el fin de realizar una más fácil limpieza.
Normalmente, el parto suele producirse por la noche por lo que poco más se puede hacer. No obstante, si el veterinario ha detectado algún problema durante la gestación, se deberían seguir sus indicaciones para facilitar el parto.
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