Cuando se muere una mascota, el dueño y las personas de su entorno más inmediato tienen que pasar el duelo, al igual que cuando fallece un familiar o allegado. En este proceso pueden diferenciarse varias etapas, cada una de las cuales tiene unas características distintas que conviene conocer para saber si realmente se está afrontando y superando el duelo bien se necesita pedir ayuda. ¿Qué fases son? Aquí te contamos cuáles son las principales.
Fases
Tras la muerte de la mascota, la primera en aparecer es la fase de negación o shock. Surge justo cuando el animal de compañía fallece, aunque también se produce cuando se comunica que padece una enfermedad terminal.
En estos casos, se desencadena en la persona una reacción emocional de gran intensidad que, en general, no se sabe gestionar. Esto lleva a que se produzca un bloqueo o shock psicológico.
A continuación comienza la fase de ira o rebelión que hace su aparición cuando ya no se puede negar la realidad y se es incapaz de aceptar y asimilar la noticia. En general, la persona nota unos sentimientos de impotencia y frustración que crean un profundo enfado.
Tras ella, comienza la llamada fase de negociación, aunque a veces también aparece tras el fallecimiento. La principal característica es que la persona se traslada mentalmente al pasado y empieza a notar sentimientos de culpa en relación a si se podía haber hecho algo más para superar la muerte de la persona.
La siguiente es la fase de depresión. Aquí se empieza a aceptar la realidad de la pérdida, experimentando una gran tristeza, incertidumbre y miedo. Y, finalmente, está la fase de aceptación. Esta se corresponde con aceptar que el animal ya no está, el dolor desaparece y se es capaz de vivir con su recuerdo, lo que no implica que se haya olvidado a la mascota. Se trata de aceptar su pérdida como un proceso natural de la vida y aprender de la experiencia.