Al igual que ocurre en los seres humanos, los perros también pueden padecer hipotiroidismo, una dolencia que se debe a que el organismo no sintetiza en cantidad suficiente las hormonas tiroideas.
Estas hormonas tienen una función esencial en el organismo del perro, ya que intervienen, entre otros procesos, en la regulación de la temperatura, en la síntesis y degradación de las proteínas y grasas, en el metabolismo del azúcar el sangre y son imprescindibles para un correcto funcionamiento del sistema nervioso central.
La sintomatología es muy variada, ya que estas hormonas intervienen en muchos procesos corporales, pero lo más habitual es que el animal presente alteraciones dermatológicas y problemas del pelo, así como depresión, confusión, bradicardias, debilidad, atrofia muscular, etc. También es muy habitual que presenten gran cansancio y apatía aunque, en muchas ocasiones, la enfermedad les lleva al polo opuesto, y desarrollan una gran actividad, rozando la hiperactividad.
Si observamos en nuestra mascota alguno de los signos que indican que puede estar sufriendo hipotiroidismo es importante que acudamos al veterinario quien, con un análisis que mide la concentración de hormonas tiroideas y de aquellas que regulan la médula pueden determinar la existencia o no de la enfermedad.
Esto es muy importante ya que, sin el tratamiento adecuado, el animal desarrollará patologías cardiacas que le pueden producir la muerte. Por el contrario, con el tratamiento, su calidad de vida y su salud será buena.
El tratamiento más habitual es la administración de medicamentos que ayuden al animal a mantener un nivel adecuado de la hormona en el cuerpo. Será el veterinario quien ajuste la dosis exacta que el animal necesita. Este ajuste ser hará en función de los resultados del análisis de sangre.