Las fechas navideñas están dejando imágenes muy entrañables de mascotas como la que ha tenido lugar en Nueva York. Y es que un gato, un tanto gruñón, se coló en un Belén y ocupó el sitio del Niño Jesús. Sin duda, un Nacimiento diferente para estos días, que ha provocado más de una sonrisa. Por cierto, el gato ha cumplido a la perfección con su papel en la cuna.
El gato bebé
Un Belén siempre se caracteriza por tener unas determinadas figuritas como la Virgen María y San José, así como el niño Jesús, junto a los que aparecen algunos animales como el buey y un asno. A partir de ahora, esta composición puede cambiar por un acontecimiento que ha tenido lugar en Nueva York.
Y es que un gato se coló en uno de los belenes de esta ciudad y el sitio que más le gustó fue la cuna del Niño Jesús. Así que decidió ponerse ahí y convertirse en el auténtico protagonista de estas fechas, puesto que se colocó encima de la cuna y ocupó el lugar del bebé Jesús.
La atípica, pero graciosa, escena fue captada por la fotógrafa Brook Goldman cuando se desplazaba por la ciudad por la mañana para acompañar a su novio a la estación de tren porque tenía que irse de viaje. En el trayecto, pasó por este Belén en el que notó que había algo diferente.
Y este cambio no fue nada más y nada menos que el Niño Jesús por un gato un tanto rechoncho, que estaba sentado en la cesta roja, pero con una actitud bastante gruñona, que contrastaba con la sensación de ‘júbilo para todo el mundo’, que tiene que transmitir el Belén.
A la fotógrafa la hizo tanta gracia, que no dudó en capturar el momento con su cámara ni en compartir la imagen. Por supuesto, las risas no se hicieron esperar ni los comentarios sobre cómo una buena foto de un gato puede alegrar el día a mucha gente. ¿Qué te parece? ¿También te lo ha alegrado a ti?