¿Tu perro ladra demasiado? ¿Tus vecinos se quejan? ¿Tú mismo estás harto y ya no sabes qué hacer? De momento, sigue leyendo.
En primer lugar, recuerda que gritar a un perro para que así se calle, no funciona. Él no sabe el significado de tus gritos y lo que entiende es que también estás ladrando o comunicándote con él, así que lo más probable es que ladre aún más.
Un ladrido puede significar varias cosas:
–Avisar de la llegada de alguien. Muchos perros son perros guardianes, han sido educados y genéticamente seleccionados para actuar como tales y en cuanto sienten la llegada un extraño (y puede ser el cartero o un vecino saliendo del ascensor) ladran para avisar. Para evitarlo, debe obligar al perro a sentarse y tumbarse varias veces, así distraes su atención del extraño y deja de ladrar.
–Llamar la atención. A veces los perros ladran para que les miremos y les hagamos caso, quizá porque estamos hablando por teléfono y les ignoramos o estamos ocupados en algo. Los adiestradores recomiendan que en este caso seamos previsores, pongamos la correa al perro antes de iniciar una actividad que sabemos va a provocar en él los ladridos y, cuando empiece a ladrar, tiramos de la correa, miramos al perro y le tranquilizamos. Con el tiempo dejará el hábito de ladrar cada vez que uses el teléfono.
No olvides que el ladrido es la forma de expresarse de los perros y es su forma de llamar la atención porque quiere que juegues con él, que le des de comer o de beber o que le saques fuera. Si seguimos con ellos una rutina diaria el número de ladridos disminuirá porque el perro sabrá cuándo toca cada cosa y que tú se las vas a proporcionar.