El nombre tan curioso y complicado de esta raza tiene su origen en la zona de Catahoula, en Louisiana, lugar donde era criado por los primitivos colonos para guiar las manadas de ganado vacuno por las extensas llanuras y para cazar jabalíes. El segundo nombre, Leopard, tiene su origen en el pelaje de la raza, moteado o manchado, que a sus criadores les recordó a un leopardo.
Se trata de un perro de tamaño grande, fuerte y musculoso, que puede llegar a pesar hasta treinta kilos. Su pelaje, corto y fino, puede ser negro, rojo o marrón, moteado en tonos leopardo o grises, con las extremidades blancas. Los ojos suelen ser de color marrón, azul o verde y es habitual que los ejemplares de esta raza posean un ojo de cada color, y son muy apreciados por los criadores los ejemplares que poseen ojos azul turquesa.
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