Al igual que nos ocurre a los humanos, el cerebro de los perros también sufre daños con el paso del tiempo y va, poco a poco, siendo menos funcional, dando lugar a una serie de síntomas y cambios de comportamiento que son, en cierto modo, similares a los que sufren los humanos que padecen Alzheimer y que conforman lo que se conoce como envejecimiento cerebral o “Alzheimer” canino.
Este envejecimiento puede comenzar a mostrarse levemente a partir de los ocho años de edad y, a partir de ahí, poco a poco ir incrementándose.
Los síntomas de este envejecimiento cerebral son:
– Desorientación: Al perro le cuesta moverse por la casa, no reconoce lugares ni personas, y se queda mirando a la pared o al vacío.
– Aislamiento: Deja de saludar a los miembros de la familia y de reclamara atención. No acuden cuando se le llama y no juega con otros perros.
– Pérdida hábitos de higiene: Pierde el control de los esfínteres y ya no nos pide salir a la calle cuando lo necesita.
– Alteraciones del sueño: Duerme de día y deambula por la casa de noche. Ladra por la noche sin motivo.
– Cambios en el carácter: Se muestra aislado, irritable y poco a poco va dejando de ser sociable.
Al ser una enfermedad degenerativa, no puede ser tratada y lo único que podemos hacer es frenar, dentro de lo posible el desarrollo de la enfermedad. Para ello es importante que acudamos al veterinario, el cual nos indicará la medicación que debemos darle.
También es importante mantenerle activo y estimularle, aunque no se muestre colaborativo. Jugar con él, hablarle, llevarle a pasear por sitios nuevos o enseñarle cosas nuevas resultarán actividades realmente beneficiosas para el animal.
yo tengo un perro muy malcriado y celoso le gusta que le den sus galletas pero…
su plato hay que desinfectarlo ,el duerme con mis padres aveces encima de la cama de mis padres no se deja poner su ropa solo le puede poner mi papa .