Los chimpancés viven en las selvas tropicales y las praderas de África central y occidental. Están mucho tiempo en el suelo, aunque son principalmente arborícolas (árbol-vivienda). Las selvas tropicales por lo general cuentan con una inmensa cantidad de hojas, lo que evita que parte de la luz solar llegue al suelo. Los chimpancés viven cerca de la gran cantidad de hojas, y se han adaptado excelentemente a su hábitat natural. Evitan las sabanas semiáridas debido a la falta de suficiente follaje.
La distribución geográfica de las diversas subespecies de chimpancés se extiende por los países que están sobre o cerca de la línea ecuatorial, como Tanzania, Guinea, Costa de Marfil, Gabón, República Democrática del Congo, Nigeria, etc. No se ha podido determinar exactamente en qué lugar se originaron los chimpancés, pero los fósiles encontrados en Kenia muestran que los chimpancés estaban presentes en esa región hace ya millones de años.
Teniendo en cuenta que se considera que los seres humanos tienen su origen en la misma región, sería una apuesta segura la conjetura de que los chimpancés se originaron en el sureste de África. Los chimpancés, bonobos, gorilas y orangutanes comparten la familia Hominidae con los seres humanos, por lo que (en especial los chimpancés y los bonobos) son nuestros parientes evolutivos más cercanos.
A pesar de que viven en un hábitat muy hidratado, y requieren de una fuente estable de agua, los chimpancés y los bonobos no son buenos nadadores. Esto ha llevado a una peculiar distribución de las dos poblaciones alrededor del río Congo. Los chimpancés dependen de los frutos para mantener perfectamente su dieta (llamada, por cierto, una dieta frugívora), por lo que necesitan un hábitat con muchos árboles frutales.