El ejercicio físico en perras embarazadas

Cuando nos damos cuenta de que nuestra perra está embaraza, a menudo no estamos seguros de si debe realizar ejercicio físico, y, si es así, en qué intensidad. Esto puede hacer que el animal no realice casi ejercicio, lo cual es perjudicial tanto para su salud como para la de los cachorros o lo haga con demasiada intensidad o mucho tiempo, con el mismo resultado.

Por ello, cuando nuestra perra esté embarazada tenemos que tomar una serie de precauciones con respecto al ejercicio físico:

La intensidad del ejercicio debe ser moderada, para que resulte beneficioso para ella y los cachorros. Para ello, lo mejor es llevar al animal a dar paseos al aire libre, durante al menos una hora. Con ello, evitaremos que coja demasiado peso durante el embarazo, lo cual puede resultar peligroso a la hora del parto y permitiremos que el animal se relaciones con otras personas y otros perros.

También puede realizar actividades como perseguir la pelota o jugar con otros perros, incluso corriendo, si vemos que disfruta con ellas o que ella misma toma la iniciativa. Sin embargo, estos ejercicios, al ser más exigentes desde el punto de vista físico, debe realizarlos sólo durante las primeras ocho semanas de gestación.

Dado que a medida que el embarazo progresa deberemos aumentar la cantidad de alimento que toma el animal, es necesario que incrementemos también el tiempo que dedica al ejercicio, para evitar el sobrepeso.

Cuando el parto esté más próximo, deberemos limitar el ejercicio que hace animal a caminar. En lugar de grandes paseos, que pueden resultarle agotadores, lo más aconsejable es realizar varias salidas pequeñas al día, de unos veinte minutos cada día, hasta cuatro o cinco veces al día.