Hacer actividades con los perros es beneficioso para ambos. Y una de ellas es el agility, que consiste en un circuito de obstáculos que el perro debe superar en el menor tiempo posible y para el que precisa un entrenamiento en el que el dueño se convierte en una pieza clave. Ambos deben trabajar de forma coordinada y estar compenetrados para conseguir buenos resultados, aparte de esta preparados para una buena sesión de ejercicio.
Perros y agility
Antes de comenzar la preparación para realizar agility, es importante saber que no todas las razas de perro tienen las mismas habilidades para esta práctica. Por ejemplo, el san bernardo no es el más adecuado porque es un perro muy grande y es poco ágil por lo que tendría dificultades para practicarlo. Lo mismo sucedería con otros perros similares.
Además, tampoco es bueno que lo practique cualquier perro, ya que es una práctica no recomendada para cachorros, siendo conveniente no entrenarlos antes de los seis meses de vida. A partir de ahí, hay que comenzar poco a poco.
Consejos
Antes de comenzar con el agility, es clave que el perro conozca las órdenes básicas porque, en caso contrario, será imposible que se pueda establecer una comunicación y entrenar. En los primeros entrenamientos no es bueno tampoco ser demasiado exigente porque el perro tiene que aprender y mejorar su forma física. Poco a poco se irá notando que todo va saliendo mejor y se consiguen los objetivos. Así que paciencia.
Y, sobre todo, no hay que reñir al animal porque se trata de que disfrute con esa actividad. Por ejemplo, para que sea capaz de diferenciar cuándo hace algo bien de algo que realiza mal, una buena opción es darle algunos premios como gominolas o alguna caricia para compensarle y decirle que está trabajando muy bien.
Otro consejo importante es no emplear parques caninos con agility porque, habitualmente, contienen materiales u obstáculos que están en mal estado o pueden ser dañinos para el perro. Es mejor que optes por elegir una buena escuela o academia de agility en la que, además, te podrán ayudar con el entrenamiento sobre todo al principio.
De todos modos, también es posible comprar accesorios y colocarlos en el jardín de casa. Es importante elegirlos bien. Por ejemplo, están los tubos o túneles, así como saltos y vallas sin estructuras fijas para que el perro no se haga daño. Igualmente, se puede preparar un slalom. En cualquier caso, siempre es importante que el perro practique el agility sin el collar para que no se enganche ni se lastime.
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