Los animales de compañía no están exentos de verse afectados por accidentes como sucede a las personas por más que no salgan de casa. Y es que dentro del hogar pueden suceder muchas cosas de forma totalmente accidental, que les repercute sobre la salud, siendo episodios que, además, pueden generarle muchos problemas. Entre ellos, están por ejemplo las intoxicaciones.
Intoxicación
En ocasiones, la mascota puede intoxicarse de forma involuntaria porque no es que le hayamos dado de comer deliberadamente algo que le haga daño, sino que por descuido o bien por curiosidad del animal de compañía ha accedido a comida u otros productos no comestibles y que confunden.
Son casos que, aunque parecen una tontería, no lo son. De hecho, pueden ser motivo de envenenamiento en función del producto que se haya ingerido. Por ello, es especialmente importante observar los síntomas para detectarlos y poner medidas.
En algunas situaciones puede ser más que suficiente con hacer que la mascota vomite porque así expulsará el producto, aunque en otros casos será necesario acudir lo antes posible al veterinario para ponerle la solución más adecuada que no siempre pasa por el vómito.
Qué hacer
De todos modos, siempre es recomendable tener en casa un pequeño botiquín para mascotas con productos que pueden sacarnos de más de un apuro. Para estos casos, lo mejor es tener carbón activado, que es muy efectivo para neutralizar los principales productos de tipo tóxico que la mascota haya podido ingerir accidentalmente.
No obstante, no está indicado cuando la intoxicación se produce por productos derivados del petróleo o por ácido, así como en aquellos casos en los que el animal de compañía haya comenzado a vomitar o bien haya perdido la consciencia.
Este producto es posible aplicarlo hasta una hora después de que se haya producido la ingesta, pero siempre la rapidez de uso es un gran aliado. De hecho, lo aconsejable es dárselo a la mascota nada más se haya producido la intoxicación. Algo que, a veces, no es fácil porque no siempre se sabe cuándo lo ha tomado ni qué es lo que ha ingerido.
Pero, siempre, lo mejor es acudir al veterinario y, si se puede emplear el carbón activado, explique las pautas más adecuadas y dosis recomendada para cada caso.
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