Cuando un cachorro llega a nuestra casa, lo primero que deberemos hacer, además de proporcionarle los cuidados adecuados, es elegir un nombre que sea acorde con nuestros gustos, pero también con las características y la personalidad del animal.
Esto sólo lo haremos en el caso de que sea un cachorro aún sin nombre, ya que si adoptamos o acogemos uno que ya lo tiene, no deberemos nunca intentar cambiárselo, ya que ello sólo confundirá al animal y hará muy difícil que responda a nuestras órdenes o llamadas.
Qué tener en cuenta
Piensa que el nombre que elijas será para toda la vida, por lo que debes elegirlo con cuidado, y pensando cómo será el animal cuando crezca y no sólo para el cachorro que tienes ahora delante de ti.
Debe ser un nombre corto de dos sílabas, tres como mucho, ya que un nombre muy largo podría confundirle. Debemos buscar también un nombre fácil de pronunciar, especialmente si buscamos un nombre extranjero, para evitar dificultades al llamarle o darle órdenes.
Evita nombres con connotaciones negativas, ya que quienes se relacionen con él inferirán características del animal a través del mismo. Aunque tu perro sea un pedazo de pan, pocos se acercarán a acariciarle si lo llamas “Satán” o algo parecido, por muy cómico que te pueda parecer, lo cual dificultará la socialización del animal.
Asegúrate también de que el nombre no se parece a palabras como “no”, “sit”, “aquí” o similares, para evitar confusiones entre el nombre y las órdenes.
Ayudas para encontrar nombres
Si no tienes ninguna idea de cómo nombrarlo, puedes fijarte en alguna de sus características físicas como el color y si tiene manchas.
También su personalidad puede ayudarte o su comportamiento, pero recuerda que siempre con connotaciones positivas.
En Internet, además, puedes encontrar cientos de sugerencias que te ayudarán a encontrar el nombre perfecto para tu mascota.