La ansiedad por separación es un problema que afecta a la estabilidad del perro y a sus relaciones con las personas, especialmente con las que convive o con las que pasa más tiempo. Suele darse cuando la persona con la que el perro tiene más apego sale de casa, por mucho que haya otras personas que se queden con él ya que sentirá un vacío y hasta sensación de abandono al no estar quien más quiere.
Los principales síntomas son que suele destruir muebles u objetos, ladrar demasiado, temblar, gemir, orinar en cualquier lugar de la casa, vomitar, babear e incluso también defecar. Su comportamiento será ansioso y deprimido cuando esa persona se vaya, mientras que cuando regrese se mostrará muy agitado e inquieto, estados totalmente opuestos en ambos casos.
Causas
Esta ansiedad se suele mostrar también cuando el perro es aislado en otra habitación, lo que motiva nuevamente la separación de su dueño o persona con la que más apego tenga. Las causas de la ansiedad por separación son muy variadas, como por ejemplo experiencias negativas previas al no estar esa persona, dependencia excesiva, falta de adaptación a ruidos estando en soledad, separación temprana de la madre, cambios drásticos en la rutina o frustraciones de su dueño.
Prevención
Mediante un entrenamiento puedes conseguir que tu mascota no llegue a desarrollar este síntoma, y debes enseñarle a desprenderse de las personas sin que suponga un drama o trauma para él. Empieza con ejercicios de estar sentado y quieto, saliendo tú de la habitación varios minutos y logrando que se quede en el mismo sitio durante tu ausencia. Dale una recompensa cuando lo consiga, pero nunca cuando muestre un mal comportamiento ya que entonces nunca lo cambiará.