Thomy es el cuarto protagonista de la sección «¡Queremos conocer a tu mascota!». Se trata de un poodle que vive en Nueva York junto a la familia que decidió acogerlo cuando peor lo estaba pasando. Una amiga de la dueña lo encontró desnutrido y temblando frente a la puerta de su casa. Necesitaba mucho cariño y por suerte lo ha encontrado.
Un cachorro feliz al que le encanta jugar
Aproximadamente tendrá un año y medio. No lo pasó nada bien en sus primeros meses de vida, pero ahora por fin es feliz. Fue maltratado y por eso cojeaba un poco cuando lo encontraron, pero ahora ya puede correr con total normalidad y confía más en las personas. Eso sí, cuesta bastante ganarse su confianza.
Cuando ve que su dueña saca la ropa de salir a pasear se vuelve loco. Le encanta dar paseos por el parque y correr de un lado al otro como si no hubiera mañana. Eso y jugar con sus juguetes, especialmente con las pelotas y con los que hacen ruido al morderlos.
Comilón y dormilón
Cada domingo come sopa con pollo porque es uno de sus platos preferidos. También disfruta con la típica comida para perros y como no podía ser de otra forma no le hace ascos a las golosinas. Eso sí, su dueño solo se las da cuando se porta bien, así que podríamos decir que son sus premios.
Thomy es el más mimado de la casa. Todo el cariño que recibe lo devuelve a su manera, especialmente cuando se acerca a los niños, por los que siente una especial simpatía. Pero claro, después de tanta energía quemada necesita su tiempo de descanso. Es un dormilón de campeonato que cierra los ojos cuando se cansa de ver la tele (su programa favorito es «El encantador de perros»).
¡Qué simpático es Thomy! Y qué historia tan triste aunque con final feliz. Por desgracia el maltrato y el abandono de animales es todavía demasiado frecuente.
Un abrazo para Thomy.
Thomy es un encanto. Después de verlo todavía tengo más ganas de comprarme un perro de esa raza, aunque tampoco descarto ir a algún centro de abandono de animales y darle hogar a uno de los perros que todavía no tienen familia por haber sido abandonados.