Al igual que los humanos, los gatos también pueden tener caspa. Y como pasa en nuestro caso, ocurre por diferentes motivos: falta de aseo en gatos obesos o mayores, que tienen problemas para llegar a ciertos sitios de su cuerpo; una mala alimentación (piensos de gama económica); alergias, estrés, una posible diabetes, vivir en ambientes con humedad muy baja, ácaros de la piel, uso de un champú incorrecto…
Como siempre, lo mejor es el remedio que la enfermedad, pero si ya es demasiado tarde para prevenir la aparición de la caspa, deberás tratar el problema lo más rápido posible. Te explicamos cómo hacerlo a continuación.
Lavado
En primer lugar, te recomendamos que no desperdicies champú anticaspa para humanos en los gatos, ya que no sirve para nada. También es importante que evites bañar a tu gato y utilizar champús o geles para gatos, ya que le resecará aún más la piel causando más piel muerta. Piensa que los gatos se lavan de manera instintiva cuando lo necesitan. Lo que sí es importante es que cepilles a los gatos persas o de pelo largo para eliminar la piel muerta.
Alimentación
Por otro lado, deberás incorporar atún en la dieta del animal, ya que proporciona beneficios que ayudarán a tratar la caspa de tu gato. Además, es importante que el gato siempre tenga agua limpia y fresca para beber para que mantenga hidratada su piel. También se pueden administrar suplementos de ácido grasos esenciales, que ayudan a normalizar la función celular.
Veterinario
Si ves que el problema no se soluciona, lo mejor es que acudas al veterinario para que valore el estado de salud de tu mascota, ya que puede que la caspa esté asociada a otra causa. Es muy probable que te recomiende champús especiales, indicados según el tipo de caspa que tenga el animal.