Esta raza de gatos es originaria de Ankara, Turquía, donde los ejemplares blancos, que se conocen como Anakara Kedi, son venerados como símbolo de la pureza. Es una raza muy antigua, ya que se tiene constancia de su existencia desde tiempos bizantinos. La importancia de estos animales en Turquía es tal que existe una leyenda que dice que el fundador de la actual Turquía, Mustafa Kemal Atatürk, cuando regrese al mundo de los vivos, lo hará reencarnado en un Angora Turco.
Este gato tiene un tamaño entre pequeño y mediano y se caracteriza por su elegancia y su agilidad. Su cuerpo es esbelto y musculoso, sus orejas puntiagudas y sus ojos son grandes y ovalados y podemos encontrarlos en cualquier color e incluso dispares.
Su pelaje es semilargo, muy sabe y lanoso y puede formar un collar en el cuello de los machos adultos. El color del pelaje puede variar, aunque sin duda el más apreciado es el color blanco. También podemos encontrarlos con pelaje en tonos chocolate, lila, fawn y canela.
Es un gato muy temperamental, aunque también sabe ser dócil y cariñoso, sobre todo en compañía de los niños. Es muy independiente e inteligente, y le gusta jugar, sobre todo con pelotas pequeñas con las que pueda recorrer toda la superficie de la vivienda donde resida. Con un poco de paciencia podremos entrenarle para que nos devuelva las pelotas que le lanzamos, igual que haría un perro.
Por la casa seguramente lo encontraremos subidos a los lugares más inverosímiles, ya que le encanta trepar a los sitios más inaccesibles, aunque no debemos preocuparnos, ya que tiene una habilidad especial para sortear toda clase de objetos y obstáculos, por lo que nuestros objetos no corren ningún peligro.
Para cuidar de su pelaje sólo deberemos cepillarlo de vez en cuando.