El aristocrático pointer


Si hay un perro de caza por excelencia se trata, sin duda, del pointer. Su inequívoca postura a la hora de señalar la existencia de una presa, su fino olfato y su energía incansable lo hacen el mejor compañero para aquellos que disfruten de la caza, pero también para quienes quieran disfrutar de la compañía de un perro fiel, expresivo, y lleno de energía.

El pointer es un perro atlético y con una gracia natural al caminar, al correr o al trotar. Da la impresión de que siempre está alerta, listo para la caza, con unos ojos vivos y un oído fino, atento siempre a la menor señal de su amo. Pero si destaca por algo es por su finísimo olfato, lo que le convierte en un perro ideal para la caza. Más que atacar a la presa, indica a su amo dónde se encuentra ésta, de ahí su nombre.

El pelo del Pointer es duro, fino, corto y uniforme. Su pelaje es blanco con manchas de varios colores, entre los cuales podemos encontrar blanco y limón, blanco y naranja, blanco e hígado, o blanco y negro. Sus ojos son marrones o color avellana y denotan la bondad de carácter de este animal. Para cuidar su pelaje, basta con cepillarlo una vez a la semana.

En cuanto a su carácter, son perros equilibrados y con quienes es fácil convivir, que se adaptan bien a vivir en un piso en compañía de una familia, y pueden adaptarse fácilmente a compartir su espacio con otros perros y con gatos. Son buenos compañeros para los niños, aunque no si son demasiado pequeños.

Dado que es un perro criado para cazar, necesita hacer mucho ejercicio cada día, tiempo en el que pueda correr y expandirse, y si hace suficiente ejercicio, disfruta también relajándose tranquilamente junto al resto de la familia.

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