Si el otro día hablábamos de lo que es el parvovirus, sus diferentes tipos y también de sus primeras afecciones, hoy nos vamos a centrar en los síntomas que se presentan en el perro para saber reconocerlos. De esta manera, se podrá frenar o paliar el avance de esta enfermedad altamente contagiosa, cuyo cuadro todavía puede agravarse más si se asocia con otros virus como el coronavirus.
Síntomas
Los dos tipos de parvovirus (entérico o cardiorrespiratorio) se contagian de can a can a través de las heces. En concreto, este virus se introduce en el organismo de la mascota a través de las vías respiratorias.
Esto hace que se estanquen las vías respiratorias altas, lo que lleva a que se presenten los primeros síntomas que se manifiestan en forma de una tos muy marcada, sobre todo, en el caso del parvovirus tipo respiratorio.
En el parvovirus entérico, el virus pasa a la sangre de la mascota, lo que hace que afecte a los ganglios linfáticos y al intestino. Aquí la sintomatología es mucho más amplia, aunque sobre todo se focaliza una descomposición recurrente, que se acompaña de otras señales como sangre.
Con el parvovirus entérico, el perro también puede presentar otros síntomas como vómitos, deshidratación, pérdida de peso bastante notable, fiebre y como un cierto aspecto de letargo.
Posibles complicaciones
El parvovirus es una enfermedad grave en la mascota, cuya gravedad aumenta más si se asocia a otros patógenos como el moquillo, la salmonela, el clostridium e, incluso, el coronavirus.
En general, en cualquiera de estas situaciones, el cuadro de síntomas es mucho más grave y prolongado, pudiendo manifestarse más allá de los diez días. No obstante, también hay que tener en cuenta que, en algunos casos –aunque son pocos, el virus puede mutar a otra cepa más virulenta y producir la infección denominada coronavirus pantrópico.
Esta infección por coronavirus pantrópico podría llegar a producir un cuadro parecidoal del parvovirus y con un nivel de gravedad bastante similar.
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