En España, el número de mascotas sigue creciendo. Los perros son los animales de compañía más numerosos en los hogares, seguidos de los gatos, aunque hay bastante distancia entre ambos. Sin embargo, a pesar de ello, muchos propietarios no tienen un seguro para el can. De hecho, se estima que alrededor del 3% de los perros están asegurados. Un porcentaje que también se explica por el hecho de que en muchas comunidades autónomas no es obligatorio tener este tipo de pólizas a no ser que se tenga un perro de los considerados como peligrosos. No obstante, es conveniente tener un seguro porque suceden más accidentes de lo que se cree. Se calcula que este año se notificarán alrededor de 18.000 partes por incidentes relacionados con perros. Pero, ¿cuáles son las coberturas necesarias para los problemas más comunes?
Asistencia veterinaria
Este tipo de pólizas es muy útil. Por un lado, se cubren las enfermedades y las necesidades de atención veterinaria de la mascota mientras que, por otro, se da cobertura de los accidentes.
Según la póliza que se contrate, el perro puede tener cubiertas pruebas diagnósticas como unas radiografías necesarias tras ser atropellado o por cualquier otro accidente u enfermedad, análisis de laboratorio, ecografías o electrocardiogramas.
Igualmente, es posible cubrir intervenciones quirúrgicas, la hospitalización de la mascota y de los cuidados post-operatorios, o las consultas veterinarias. También es habitual incluir la castración, desparasitación, vacunación contra la rabia y revisiones.
Responsabilidad civil
La póliza de responsabilidad civil ante terceros cubre frente a las mordeduras o daños ocasionados a personas o a sus bienes. Este tipo de seguro es habitual que incluya la cobertura por accidentes de tráfico que la mascota pueda causar.
Robo o extravío
En este caso, la póliza cubre los gastos generados por la búsqueda de la mascota para localizarla y llevarla de nuevo al hogar. Estos seguros tienden a incluir a su vez una indemnización si no aparece el perro.
Fallecimiento
Para los casos de fallecimiento del perro, también hay seguros que cubren la retirada del cuerpo de la mascota y los gastos de entierro o incineración. Frecuentemente, se cubre el sacrificio en caso de enfermedad terminal, así como otras coberturas como una indemnización a los dueños por la muerte del can.
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