La Filariosis canina es una enfermedad que quizá sea una de las más desconocidas de los perros, pero que es importante porque se producen problemas cardíacos, que afectan a la salud del perro. No en vano, esta patología también se conoce como gusano del corazón. Además, hay una serie de síntomas que harán que la mascota no se sienta bien. Pero, ¿en qué consiste? ¿A qué señales hay que prestar atención? ¿Existe tratamiento?
Qué es la Filariosis canina
La filariosis canina o gusano del corazón es una enfermedad que está causada por un parásito. Es el Dirofilaria inmitis, que tiene forma de gusano, de ahí que esta enfermedad se conozca con ese otro nombre popular.
Esta patología se contagia a través de una picadura de mosquito, transmitiéndose desde un perro que está infectado a otro. El contagio se produce porque el mosquito pica al perro contagiado y luego al perro sano en el que introduce las larvas de este parásito.
Estas larvas son las que pasan posteriormente a la sangre y van creciendo, mientras se van moviendo en el interior del perro hasta llegar al corazón. Las larvas, cuando son adultas, obstruyen los vasos, lo que da paso a un problema cardíaco.
No obstante, las afecciones que producen estos parásitos no solo se centran en el corazón, sino que también alcanzan a otros órganos como el pulmón, hígado y riñón de forma secundaria.
Síntomas y tratamiento
Cuando el perro está afectado por la Filariosis canina, en el perro se notan una serie de síntomas como tos, fatiga, pérdida de peso e, incluso, desmayos, entre otros que están relacionados con la insuficiencia cardiaca.
El tratamiento para la Filariosis canina comprende dos fases. En una primera, la acción se centra en la eliminación de las larvas en la sangre para lo que se emplean los antiparasitarios.
El segundo eje de acción se centra en eliminar los gusanos adultos del corazón, siendo está la parte del tratamiento más complicada. Además, requiere que el perro guarde reposo para que no se formen trombos.
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