Con la llegada del frío, siempre vuelve la misma duda: ¿es conveniente o no poner abrigo o prendas para proteger al perro? La respuesta no es un ‘sí’ o un ‘no’ rotundo, sino que hay varios factores que se deben tener en cuenta a la hora de tomar esta decisión. Entre ellos, por ejemplo, está la raza del can, así como su estado de salud y la temperatura que haga.
No es necesario
Como pauta general, se puede decir que un perro que estén en buen estado de salud y que sea joven no tiene por qué ir vestido con prendas de abrigo. Ahora bien, todo puede cambiar en aquellos casos en los que las temperaturas sean extremadamente bajas, como las olas de frío y nevadas.
En estas situaciones, no es adecuado que un perro urbano esté mucho tiempo de paseo, solo lo justo para hacer las necesidades, siendo conveniente que, por lo menos, se protejan las almohadillas.
Razas de perro que sí conviene arropar
Aunque en general no es necesario poner abrigo a un perro, lo cierto es que hay una serie de razas caninas en las que está más aconsejado porque no tienen pelo como sucede con los pinchers y los dobermans, entre otros que conforman este grupo en los que igualmente se incluyen a aquellos que no tienen capa de subpelo.
En todos estos casos, lo mejor es abrigarles, pero solo cuando son jóvenes porque, conforme van creciendo, su organismo está más preparado para afrontar las bajas temperaturas.
No obstante, el abrigo también puede ser conveniente ponérselo a los perros que, por algún problema, tienen dañada en ese momento su capa de pelo.
Perros enfermos
Las prendas de abrigo también pueden estar recomendadas cuando el perro ya tiene una avanzada edad y sufre problemas en las articulaciones como, por ejemplo, la artritis.
Para estos casos, lo mejor es abrigarles, sobre todo, al principio del paseo cuando las articulaciones y los músculos están también fríos. En función de la actividad física que se realice, es posible quitárselo cuando ya la musculatura y articulaciones se hayan calentado.
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