Los dueños de las mascotas siempre quieren que sus animales estén muy bien cuidados. De hecho, no se duda en llevarlos a peluquerías no solo por motivos de higiene y salud, sino también por estética. Incluso en muchas ocasiones se les proporcionan caprichos que van más allá de la ropa y complementos de vestir como pueden ser los perfumes. ¿Pero es bueno emplearlos?
Los perfumes
Como sucede con las personas, en el caso de las mascotas también se ponen de moda determinados productos como pueden ser los perfumes, cuya utilización está creciendo significativamente. Y no solo se emplean en las peluquerías caninas o centros de atención para animales, sino que también pueden comprarse para aplicarlos en casa y que, por ejemplo, perros y gatos siempre huelan bien.
Inicialmente, el uso de los perfumes no tiene por qué ser perjudicial para la mascota, pero siempre se deben utilizar con precaución y con moderación porque, en algunos casos, sí puede ser nocivo para el animal.
Y es que las mascotas podrían tener una reacción alérgica al perfume en función de los componentes con el que se haya preparado. No hay que olvidarse que muchos de ellos se elaboran con una base de alcohol, que puede hacer daño al animal.
Para que esto no suceda, es muy importante fijarse en la composición del perfume y en elegir aquellos que tienen el distintivo Invima, que acredita que el producto ha sido sometido a una serie de análisis químicos.
Alergias
Aunque se elija bien el perfume, también se pueden seguir otra serie de consejos para evitar las reacciones alérgicas. Uno de los principales es no aplicarlo sobre la piel de la mascota directamente. Lo mejor es ponerlo sobre los collares o pañoletas porque así se puede ver de forma rápida si produce alguna irritación en el perro.
Además, siempre es conveniente evitar que el perfume entre en contacto con determinadas partes del cuerpo de la mascota como los ojos, nariz y la zona genital, así como aquellas áreas en las que haya poco pelo.
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