Por mucho que creas que a ti nunca se te va a perder tu mascota porque estás siempre pendiente de ella, la verdad, es que esto le puede pasar a cualquier persona. Este tipo de “accidentes” siempre ocurre cuando menos te lo esperas y en momentos en los que tú pensabas que tenías todo controlado. Asumir que tu amigo puede perderse es muy importante para que te preocupes por su identificación. Si tu amigo se pierde, un buen sistema de identificación conseguirá que pueda ser devuelta a casa.
A lo largo de los años, se han ido utilizado diferentes tipos de identificadores como por ejemplo los tatuajes pero el más utilizado actualmente es el microchip. Este, es un pequeño chip electrónico (aproximadamente del tamaño de un grano de arroz) que se implanta justo debajo de la piel de tu mascota. Cada uno de estos aparatitos, tiene un número de identificación único asociado exclusivamente a ellos.
Con este identificador, podrás registrar a tu animal doméstico en una base de datos en la que aparecerá toda la información de contacto necesaria en caso de extravío. Si tu mascota se pierde, las clínicas veterinarias y los refugios para animales a los que sean llevados podrán escanear el microchip para conocer la información del propietario.
Este sistema es una forma sencilla de asegurarte su vuelta a casa ¿no crees? La identificación es permanente y su forma de colocación es indolora para el animal. El chip se introduce debajo de la piel mediante una inyección. Este proceso es muy similar al de la vacunación.