La Leishmaniasis es una enfermedad que afecta a muchos perros. Y es que esta patología se caracteriza por ser parasitaria y por ser transmitida por insectos, lo que facilita su propagación. Como siempre, la prevención es el mejor aliado, pero hay veces en los que el perro se contagia. En estos casos, hoy en día hay tratamiento, aunque a veces los perros pueden llegar a morir. Ahora, se ha dado un paso más hacia soluciones más efectivas. Y es que se acaba de probar con éxito un insecticida que podría ser el sistema definitivo para acabar con la Leishmaniasis en perros, ya que permitiría controlar la enfermedad en zonas endémicas.
Insecticida
El estudio ha sido llevado a cabo en el Institut de Salut Global de Barcelona (ISGoblal) -está impulsado por la Fundación bancaria La Caixa y que cuenta con la colaboración de Investigaciones de la Universidad de Zaragoza-, donde se ha completado con éxito un ensayo clínico en perros. Esa prueba ha permitido comprobar que este insecticida puede matar al vector de la Leishmaniasis.
Este spray, que tiene uso oral, puede ser así decisivo para controlar esta enfermedad en las zonas endémicas si se emplea de forma comunitaria. Y es que en países como Brasil está enfermedad supone un importante problema porque se registran 3.000 casos con una mortalidad de entre el 10 y el 20%.
Los resultados de este estudio, que se han publicado en ‘Parasite Vectors’, se basan en el insecticida Fluralaner -se emplea habitualmente para pulgas y garrapatas– con el que se ha llevado a cabo la prueba de campo con lo que se ha logrado poner de manifiesto la eficacia al reducir la transmisión de este parásito.
En concreto, según los datos del estudio, con una sola dosis oral de este insecticida se consiguen matar insectos flebótomos, que son los que se alimentan de la sangre de perros tratados hasta 45 días después de haberlo ingerido esa única dosis.
Paso importante
La Leishmaniasis visceral zoonótica se transmite a los a los humanos por la picadura de hembras flebótomos, que se alimentan de los perros infectados. Hasta el momento, todos los sistemas y pruebas realizados para acabar con esta situación han tenido un efecto bastante limitado, ya que no ha sido suficiente con sacrificar a los mamíferos infectados ni con la utilización de insecticidas tópicos.
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