Tratamiento para la leishmaniosis en perros

Aunque la leishmaniosis canina es una enfermedad crónica que no tiene cura, es posible lograr que el animal disfrute de una buena calidad de vida. Para ello será necesario seguir una alimentación equilibrada, un tratamiento apropiado y prevenir nuevos brotes de la enfermedad. Eso sí, hay que tener en cuenta que no existe un tratamiento específico y único de la leishmaniosis en el perro.

Por supuesto, cada caso es distinto, por lo que será el veterinario quien deba determinar el mejor tratamiento para la mascota en cuestión. Aún así, es importante seguir las siguientes recomendaciones.

La lucha contra el parásito

Como la leishmaniosis es una enfermedad de origen parasitario, además de combatir los propios síntomas, es importante luchar contra el insecto.

Por eso, es importante realizarle al animal controles de por vida para detectar posibles rebrotes y llevar a cabo algunas medidas preventivas antiparasitarias, como mantener a raya a los mosquitos transmisores de la enfermedad. Además, existen situaciones que pueden reavivar los síntomas como el cáncer, el estrés, una gastroenteritis o una operación quirúrgica. El frío también puede ser el desencadenante de un nuevo brote, especialmente si el animal duerme a la intemperie, a temperaturas muy bajas.

Combatir los síntomas

Para combatir los síntomas asociados a esta dolencia (lesiones en la piel, pérdida de peso, falta de apetito, lesiones oculares, cojera, anemia, fallo renal…), existen diferentes medicamentos, como un nuevo jarabe que potencia la efectividad y el rendimiento del sistema inmunitario.

Alimentación

Además, es esencial proporcionarle al perro una alimentación de calidad (existe pienso específico para los canes que padecen la enfermedad que ayuda a mantener en forma sus defensas). En realidad, el perro enfermo debería llevar una dieta con niveles reducidos de fósforo, rica en antioxidantes y ácidos grasos omega 3 y omega 6.