La leishmaniosis se considera una enfermedad de perros, pero es importante que tengas en cuenta que también puede afectar a los gatos. Por tanto, si tienes un felino en casa deberás conocer tanto sus síntomas como la manera de prevenir esta enfermedad.
La leishmaniosis se transmite a través de la picadura de la hembra del mosquito flebótomo, que es común en zonas húmedas y calurosas. Dependiendo de la capacidad del sistema inmune para hacer frente al parasito, la enfermedad se desarrollará o no. Lo normal es que solo se manifieste en felinos con el sistema inmune deprimido. Si tu gato tuviera la mala suerte de enfermar, debería seguir el tratamiento que te contamos a continuación.
Diagnóstico
Si crees que tu gato puede sufrir esta enfermedad, deberás llevarle inmediatamente al veterinario, donde le harán diferentes pruebas: un examen citológico, frotis de sangre y de médula ósea, biopsia cutánea y cuantificación de los anticuerpos antileishmania.
Tratamiento
Tal y como epxlican desde Affinity Petcare, no existen estudios sobre el tratamiento de elección de leishmania en gatos. De hecho, el tratamiento suele consistir en combatir los síntomas clínicos causados por el parásito. Parece ser que los mejores resultados se obtienen administrando alopurinol hasta la curación clínica. En algunos casos también se puede aplicar n-metil-meglumina durante un mes. Eso sí, no es recomendable combinar ambos medicamentos por problemas de toxicidad.
Cuando desaparecen los síntomas y la enfermedad queda controlada, es importante hacer controles periódicos para comprobar que no haya rebrotes de la infección.
Prevención
En cuanto a la prevención, lo más efectivo es evitar que el gato esté expuesto a la picadura del mosquito. Por eso, deberías mantenerlo en el interior de tu hogar durante las horas de más actividad del insecto, es decir, durante el amanecer y el atardecer.