Vayamos donde vayamos, un acuario evidentemente no podrá venir con nosotros en ningún caso. Llevarte tus peces no es tan fácil como llevarte un perro o un gato por poner algún ejemplo. Así pues tendremos que planificar los días que faltemos según las condiciones que tenga nuestro acuario. El agua, las especies que tengamos y el tamaño de estas son algunas de las cosas a tener en cuenta para planificar estos días que vamos a faltar.
En un principio si tenemos un acuario estable que funciona correctamente, no tendrá por qué sufrir demasiado durante nuestra ausencia. Como bien sabrás, muchas de las labores que realizas en tu acuario para mantenerlo las realizas cada varias semanas. Aún así, el día anterior de nuestra partida lo que sí es recomendable hacer es un cambio de agua. Además de controlar que todos los parámetros importantes sean correctos y que nuestros peces gozan de una buena salud.
Una vez que todo esté en orden lo siguiente es establecer un horario en un temporizador de luz para que este se encargue de encender y apagar según lo que le hayamos indicado. Respecto a la alimentación podremos prepararla de dos maneras. O bien utilizando alimentos especiales para vacaciones que suelen ser una bolas de lenta disolución, o comprar un alimentador automático que funcionará también con un temporizador, de tal forma que abrirá su compuerta las veces que le establezcamos y expulsará la cantidad marcada.
Aún así, si nuestro viaje es demasiado largo es recomendable que aún haciendo todo lo anterior, se pasase alguien por casa una o dos veces por semana para revisar que todo va correctamente, que los aparatos eléctricos siguen funcionando, y que no hay ningún animal muerto dentro de la pecera. Si esto último sucediera se estaría contaminando el agua al descomponerse el animal, por eso habría que quitarle cuanto antes.