Mi perro está siempre cansado: ¿qué le pasa?

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No solo las personas se cansan. También los perros pueden sentir cansancio y, además, de forma prolongada. Son situaciones en las que conviene identificar qué es lo que sucede porque puede haber algún problema de salud. De hecho, es habitual que esto sea un síntoma de algunas enfermedades. ¿Qué le sucede al perro? Aquí te damos algunas claves y valores si hay que acudir o no al veterinario.

El cansancio en el perro

Detectar el cansancio en el perro no siempre es fácil. Es más evidente cuando el can es muy activo y tiene mucha vitalidad. Sin embargo, puede afectar a cualquier raza y con independencia de su edad.

Evidentemente, la primera señal para detectar si el perro tiene cansancio es observar los cambios en su día a día tanto en su actividad como en su carácter o comportamiento, ya que a veces la tristeza también puede esconder ese cansancio.

También es fundamental detectar si ese cansancio es continuo o bien se produce en determinadas situaciones como tras correr o pasear durante mucho tiempo o, por ejemplo, si se produce tan solo cuando hace mucho calor.

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Si no es normal, hay que prestar atención a más señales porque puede haber una enfermedad. De este modo, es conveniente fijarse en si respira con dificultad, tiene la lengua de color morado o azul, las encías están más blancas o pálidas o hinchado el abdomen o no puede levantarse. Otros síntomas son los quejidos de dolor o el lloriqueo. En cualquiera de estos casos, se debe correr al veterinario.

Posibles enfermedades

Las enfermedades relacionadas con el cansancio son múltiples. Por ejemplo, puede darse el caso de que el perro padezca problemas articulares como atrosis o artritis o bien enfermedades metabólicas y orgánicas, sin obviar problemas cardíacos, hepáticos, diabetes o hipoglucemia.

Otras opciones son traumatismos, así como la posible picadura de un animal venenoso o un insecto. Cabe la posibilidad de que también padezca una intoxicación por sustancias tóxicas, venenos o alimentos inadecuados o infecciones como la tos de las perreras, el gusano del corazón, parvovirus, moquillo o leptospirosis.

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