El otro día hablábamos de las características y peculiaridades de la lengua de los gatos, que están relacionadas con funciones claves y esenciales para su día a día. Esta parte del cuerpo del minino todavía tiene una mayor importancia. En muchas ocasiones, es la primera señal de alerta de que el gato puede estar enfermo. Pero, ¿cómo se reconoce? ¿En qué hay que fijarse en su lengua?
Enfermedades comunes
Una de las afecciones más frecuentes es que aparezca una pequeña herida en la lengua. Esto suele suceder porque el gato se ha peleado con otro minino, siendo habitual que esta riña se produzca en aquellas situaciones en las que la mascota no está acostumbrada a socializar con otros animales de compañía. En consecuencia, se produce una mordedura como reacción a su presencia.
Otra de las afecciones habituales es la lengua inflamada. En general, esto suele indicar que el gato tiene una alergia alimentaria. Sobre todo, nos debe hacer sospechar de ella cuando se cambia la marca del pienso que come el minino o bien su composición.
En estos casos, es importante observar la evolución de la lengua porque, si es una alergia, esta inflamación debería desaparecer en poco tiempo. Sin embargo, si permanece inflamada, puede que el minino tenga una inflamación crónica de la lengua ante la que hay que acudir al veterinario para que prescriba un tratamiento.
Enfermedades más graves
La lengua de los gatos también refleja otras señales de patologías más graves y que incluso pueden ser mortales. Si se observan, por ejemplo, tumores o ulceraciones, es fundamental llevar al minino a la consulta del veterinario cuanto antes.
Así se pueden evitar complicaciones y otras infecciones relacionadas que podrían aparecer si no se sigue tratamiento. Además, cuando los tumores y ulceraciones en la lengua conllevan un cambio de comportamiento o alteración en el minino, todavía es más urgente acudir a la clínica veterinaria porque son señales de diversas patologías importantes.
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