La enfermedad de Cushing en los perros


La enfermedad de Cushing se diagnostica cuando el cuerpo produce demasiado cortisol. El cortisol es natural y desempeña una función muy importante en el buen funcionamiento del cuerpo. Un exceso de cortisol, sin embargo, es inmunosupresor y puede producir muchas otras enfermedades o condiciones. Los perros, pueden sufrir esta enfermedad.

La cortisona, o más correctamente el cortisol, es una hormona producida por las glándulas suprarrenales que están situadas encima de los riñones. El cortisol es almacenado en la glándula suprarrenal y se libera en momentos de estrés, ya que ayuda al cuerpo a prepararse para una pelea o una situación de muchos nervios. El estado del animal, e incluso de nosotros mismos, hace que se produzca la movilización de las reservas de grasa y azúcar y se retengan el sodio y el agua.

Sin embargo, si el cuerpo está expuesto a esta hormona la mayor parte del tiempo en lugar de sólo durante cortos períodos de estrés, este estado se vuelve debilitante. La glándula pituitaria, que está localizada en la base del cerebro, puede detectar cuando los niveles de cortisol en la sangre están disminuyendo. En respuesta, la hipófisis segrega una sustancia estimulante llamada ACTH, lo que hace que la glándula suprarrenal pueda liberar más cortisol.

Esta subida y bajada del nivel de cortisol en la sangre está regulada a través de la secreción de ACTH y se produce rápidamente. Este síndrome de Cushing puede producir a los perros diferentes problemas. Básicamente, en su glándula pituitaria crece un pequeño tumor. El tumor suele ser demasiado pequeño para causar ningún problema y es generalmente un tumor benigno pero, a veces, crece demasiado y puede presionar el cerebro.

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