Quien no nos presenta a su mascota es porque no quiere. El nuevo protagonista de nuestro concurso es Jason, un cruce de Shar Pei y pastor alemán que tiene solo 11 meses. Pese a que no es un perro con pedigrí no tiene nada que envidiar a los de pura raza, ya que es bonito como él solo.
Su dueña dice que es muy cariñoso y juguetón, algo que nos creemos solo viéndole la cara. Cuando tenía tres meses lo adoptó de una protectora y podríamos decir que no se ha arrepentido. Se entienden muy bien y pocas veces se enfada con él.
Un reencuentro sentimental
A Jason le encanta jugar con una pelota en la playa, hacer agujeros en la arena, bañarse y jugar con otros perros. Recientemente pudo volver a ver a su hermanito, que como él también estaba en la jaula de una protectora esperando un futuro mejor. Los dueños de su hermano localizaron a la dueña y ya os podéis imaginar lo emotivo que fue el reencuentro. Era como si ya supieran que son hermanos y no dejaron de abrazarse.
Como todo perro juguetón y travieso, Jason ha protagonizado varias anécdotas divertidas. Una de ellas ocurrió cuando se comió una hamburguesa de pollo que su dueña dejó encima de la mesa. Aprovechó un despiste y se la metió en la boca. Cuando le pillaron cerró la boca y no masticó para disimular, pero no por ello se libró de un buen castigo. ¡Eso no se hace!
En fin, espero que disfrutéis con la siguiente galería de imágenes, en la que veréis lo gracioso que era cuando fue adoptado.