El entorno de tu conejo


Debes mantener a tu conejo en un lugar seguro, cerrado (para que no se escape) y “a prueba de conejos”. Cuando estés en casa con él, lo mejor es que le sueltes para que pueda hacer ejercicio y hacerte compañía. Cuanto más tiempo le dejes salir, mucho mejor, ya que podrá aprender más rápido como debe comportarse en la casa. Si tu conejo es todavía un bebé, préstale más atención para que no se lastime de manera incensaría.

Cuando notes que puedes confiar plenamente en él, puedes mantenerlo suelto todo el día. Antes de dejarle suelto cuando te vayas a marchar de casa, deberás inspeccionar todas las habitaciones cuidadosamente en busca de cables y otros objetos peligrosos (como las macetas) que pueden ser perjudiciales para él. Puedes cerrar alguna de las puertas donde no quieras que tu amigo pase. Si le dejas en una zona al aire libre ten en cuenta algunos de estos consejos:

– No permitas que se como la hierba que haya sido tratada con fertilizantes o plaguicidas. Ten cuidado con las heces de otros animales ya que puede contagiarle alguna enfermedad.

– Si el espacio es demasiado abierto puedes atarle con una correíta lo suficientemente larga para que pueda moverse por donde quiera de manera que tú siempre le puedas ver. Saltar una valla es una tarea muy fácil para estos animales.

– No le dejes fuera durante la noche. Un conejito puede llegar a morirse de miedo. Además puede ser atacado por cualquier otro animal, como por ejemplo un gato.