Si a veces nos cuesta reaccionar ante nuestras propias heridas, imagínate lo que puede ocurrir si nuestro gato se hace una herida. Sin embargo, no hay que preocuparse. Si es superficial, lo mejor es que te ocupes tú y no vayas al veterinario. Eso sí, asegúrate de que no se trate de algo grave. Pero, ¿cómo puedes saberlo?
Si la herida está situada en una pata, en el cuello o en otra zona articulada, deberás probar si el gato puede caminar, moverse y actuar con normalidad y sin dolor. Si la herida presenta sangrado o profundidad excesivos o un aspecto, color o superación extraños, lo mejor es llevarlo inmediatamente al veterinario. SEGUIR LEYENDO «Curar una herida a un gato»
Los accidentes ocurren. Un botiquín de primeros auxilios específicamente destinado a tu mascota es muy útil, ya que en él podrás tener medicamentos e instrumentos que no podrás encontrar en el de los seres humanos. Tú mismo, serás el encargado de montar el botiquín en cuestión reuniendo y guardando todo lo que necesites en un recipiente de plástico duro con una tapa de cierre hermético. Aquí tienes algunas sugerencias para organizar el kit de primeros auxilios de tu mascota:
– Documentación
Nombre, número de teléfono y dirección del veterinario. Si el vuestro no tiene servicio de urgencias, ten a mano el de uno que sí tenga. Debes guardar con cuidado una lista de medicamentos y las dosis correspondientes que le hayan recetado con anterioridad.
– Medicamentos
Pregunta a tu veterinario para que te ayude a elaborar mejor esta parte del kit. Lo más recomendado suele ser: desinfectante y ungüento antibiótico, solución salina estéril, solución para la limpieza de los oídos, aspirina, peróxido de hidrógeno, solución para el lavado de ojos, anti-diarreicos, algún medicamento para la alergia y para las picaduras.
– Herramientas
Para ayudar a tu mascota a recibir mejor los primeros auxilios deberás tener algunos objetos que te faciliten la tarea: bozal (asegúrate de que las medidas son las correctas), jeringa oral, pinzas, tijeras especiales para las uñas, alicates de punta de aguja para la extracción de cualquier objeto, tijeras normales, guantes desechables, toallas limpias y húmedas, una manta grande por si tuvieras que trasladarle a cualquier sitio de urgencia, bolsas especiales de frío o calor.