Uno de los habitantes del acuario más llamativos por su color y por su característica forma. El pez disco pertenece a la familia de los Cíclidos, siendo los peces disco una especie con muchas subespecies y variedades dentro de su familia.
Pueden alcanzar los 30 centímetros en un estado óptimo, aunque en general se quedan en los 20 centímetros. Es un pez muy llamativo, con ojos color rojo intenso, forma redonda y plana (de ahí su nombre) y colores muy variados: turquesa, azul, rojo, marrón… el colo cambia según la variedad de pez disco que adquieras.
Para que el pez disco se adapte bien a tu acuario lo más aconsejable es que esté acompañado por un par de ejemplares de su misma especie. Los peces disco están acostumbrados al grupo y a la jerarquía que se establece dentro del grupo, así que cuantos más peces disco tengas, mejor será para ellos pues más se parecerá a su hábitat natural.
Además, es importante que el acuario tenga mucha vegetación, además de piedras o cualquier tipo de decoración que les sirva tanto para esconderse como para refugiarse.
Los peces disco tienden, por su naturaleza, a padecer dos enfermedades muy concretas:
– Dactylogyrus, es el nombre de un parásito que ataca las branquias, impidiendo al pez respirar. Además este parásito pone huevos con rapidez y en cuatro días nacen sus larvas que buscarán, a su vez, peces donde habitar. En cuanto lo detectes, recurre al veterinario para poder actuar con rapidez, algo muy importante en este caso.
– Hexamitiasis, enfermedad cuyos síntomas son unas pequeñas heridas que aparecen en los ojos. La enfermedad se produce por falta de vitamina D o bien por niveles bajos de oxígeno.